EL GEN DE LA FE



EL GEN DE LA FE


Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham
(Gálatas 3:7)



INTRODUCCION: Cuando se habla de la herencia genética, vemos como los hijos heredan rasgos físicos y temperamentales de los padres, por ejemplo la estatura, el color de la piel, el color de los ojos, etc. Es fácil identificar quienes son los padres por los rasgos visibles de un joven. De la misma manera, a las juventudes como hijos de Dios nos debe caracterizar, el “gen” de la fe o la “marca” de la fe. Por esto, se espera que los jóvenes de fe vivan el estilo de vida de Abraham y hagan sus obras.






1. DIOS PRUEBA LA FE NO CON “DIFICULTADES” SINO CON IMPOSIBILIDADES

 (Romanos 4:19-21)




Cuando Dios lo llamo, Abraham salió de Ur de los caldeos sin saber a dónde iba, pero puso su fe en aquel que si lo sabía. Luego, cuando tenía 75 años de edad, Dios le prometió un hijo, y durante los siguientes 25 años, Abraham siguió creyéndole a Dios, aunque tenía tres agravantes:


a) Abram (después Abraham) había envejecido, tenía casi 100 años.


b) Sarai (después Sara) era estéril


c) A Sarai le había llegado la menopausia


Como sucedió con la vida de Abraham, la fe de las juventudes se debe fortalecer no con las dificultades sino con las “imposibilidades”



2. LA FE UN “SISTEMA INMUNOLOGICO”





Así como en el cuerpo el sistema inmunológico le protege de cualquier ataque de virus y bacterias del ambiente, la fe al hijo de Dios lo protege como un escudo llevándolo a ser victorioso. Cuando el sistema inmunológico está afectado, la persona esta baja de defensas, y se le considera ”inmuno supresivo”. Esta persona necesita aislarse, pues está expuesta a enfermarse con cualquier elemento del ambiente.


Este mismo fenómeno sucede en lo espiritual. La inmensa mayoría de las juventudes son “inmuno supresivas” y constantemente padecen de lo que podríamos llamar” infecciones espirituales”, pues al no tener “buenas defensas”, no tienen como combatir la influencia del mundo, cada vez son más débiles espiritualmente, a tal punto que se vuelven unos “raquíticos espirituales”. No basta un “antibiótico espiritual”, se necesita desarrollar la fe, es decir, fortalecer el “sistema inmunológico espiritual”.


3. LA FE NO NACE DEL HOMBRE 

(Efesios 3:16-17)




Es necesario entender que la fe no viene del hombre, es el Espíritu Santo quien nos provee de fe en el corazón, fortaleciéndonos en el hombre interior. Es bien claro que la fortaleza de un joven de fe no viene de su voluntad, lo que se conoce en el mundo como “positivismo” viene de la vida de intimidad con su creador.



APLICACIÓN TEOTERAPICA:




Las juventudes se encuentran débiles en la fe “raquíticos espirituales” es necesario que el Espíritu Santo, quien conoce lo más profundo del corazón, opere con su bisturí de amor, de tal manera que su corazón sea mudado, cuando el corazón es mudado por la vida en el espíritu, la fe viene como fruto a nuestra vida, Gálatas 5:22-23, luego, cuando las juventudes viven en la plenitud de la unción del Espíritu Santo, su carácter será formado y necesariamente llegara a ser un joven de fe. Es el gen de la fe el que estamos llamados a heredar de nuestro padre Abraham.


Comentarios

Entradas populares de este blog

UN DESPERTAR PARA LA VICTORIA

“LEVITA Y GUERRERO”

HAS SIDO CONVOCADO